Existen numerosas ocasiones en que el pie plano pediátrico no presenta ningún síntoma, solo la deformidad, este tipo de pie plano es llamado “asintomático”. Algunos de los posibles síntomas son:
- Dolor en el pie, pierna y rodilla.
- Desviación anormal del talón que pierde la alineación con la pierna.
- Marcha anormal, caídas frecuentes o falta de coordinación al caminar.
- Deformidad en el calzado y molestias al estar calzado.
- Dificultad para la realización de actividades físicas y rechazo voluntario de las mismas.
Para diagnosticar el pie plano en niños es importante que los ortopedistas pediatras evalúen también la pierna, la rodilla, cadera y espalda del niño, para descartar cualquier problema relacionado con estos. Frecuentemente es necesario realizar radiografías para determinar el tipo y la gravedad de la deformidad.
Si el niño no presenta síntomas, bastara con ser observado periódicamente y re-evaluado por el médico. Algunos casos de pies planos asintomáticos requerirán tratamiento con plantillas funcionales realizadas a medida.
En cambio, si el niño tiene síntomas, existen algunos tratamientos no quirúrgicos como:
- Cambios en sus actividades. El niño necesitará disminuir temporalmente las actividades que le provocan dolor así como evitar los períodos prolongados caminando o de permanencia en pie.
- Los ejercicios de estiramiento, supervisados por un fisioterapeuta, pueden proporcionar alivio en algunos casos de pie plano.
- Las plantillas funcionales. El médico puede proporcionar dispositivos ortopédicos personalizados que se ajusten dentro del zapato para apoyar la estructura del pie y mejorar la función.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINES), pueden ser recomendados para ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
- . Utilizar calzado con las características que son importantes para el niño con pie plano. En algunos casos, es necesaria la cirugía de pies para aliviar los síntomas y mejorar la función del pie.
Dependiendo del tipo de pie plano de su hijo y del grado de deformidad se elegirá el procedimiento quirúrgico que mejor se adapte. No dude en consultar un profesional en ortopedia y traumatología pediátrica en caso de notar alguna anomalía en el caminar de su hijo, dolores de crecimiento, fracturas, etc.