La sinovitis de cadera es común cuando los niños sienten de dolor de cadera. Esta enfermedad transitoria es una irritación de la mucosa de la cadera y generalmente ocurre entre los 3 y los 12 años de edad. 

Causas
Se desconoce la causa exacta. Muchos niños desarrollan la sinovitis transitoria después de una infección con un virus (como un resfriado), por lo que se atribuye que esto es causada por algún virus.

Diagnóstico y Tratamiento
Los niños con dolor de cadera, piernas y/o cojeando deben ser evaluados por un médico especialista de inmediato. El médico Ortopedista pediatra examinará la espalda y las piernas para determinar la causa del dolor. Los niños con sinovitis transitoria generalmente no pueden mover su cadera del lado afectado. Los exámenes de diagnóstico tales como radiografías y ecografías, así como los análisis de sangre se utilizan para buscar condiciones más graves, como la infección por bacterias en la articulación o huesos y formas infantiles de la artritis.

Para los niños con dolor severo, fiebre u otros síntomas relativos, puede ser necesario tomar líquido de la articulación con una aguja. El laboratorio del hospital puede analizar este líquido para determinar si las bacterias o los lotes de glóbulos blancos (las células que combaten las infecciones) están presentes. Síntomas Los niños con sinovitis transitoria generalmente presentan dolor en la cadera o pierna y pueden negarse a caminar. Algunos niños con sinovitis de cadera tienen una fiebre de bajo grado. 

Tratamiento
La sinovitis transitoria en niños es una condición que mejora sin tratamiento, por lo general dentro de cinco a siete días, sin embargo los síntomas duran varias semanas en algunos niños. Los medicamentos anti -inflamatorios como el ibuprofeno pueden ayudar a disminuir el dolor y acortar la duración de los síntomas. Los niños deben ser llevados a ver a un médico de inmediato si los síntomas empeoran para descartar otras condiciones.

Si sospecha que su hijo padece Sinovitis de cadera contáctenos, lleve a su hijo con un Ortopedista pediátrico para un mejor diagnóstico y tratamiento adecuado.

Así como con las paperas y el sarampión, los dolores de crecimiento son un padecimiento temporal y la mayoría de los padres lo toman con calma. 

Pero, ¿qué son estos dolores? ¿Por qué algunos niños tienen dolor severo, mientras que otros reciben ninguna? ¿Podría el dolor significar que algo está realmente mal? ¿Cómo pueden saber los padres?

Los dolores de crecimiento generalmente suceden  entre los 3 y 7 años. Los médicos dicen que el dolor se desencadena cuando los huesos crecen, estirando la cubierta gruesa del hueso, explica el Doctor Larry Vogler, un reumatólogo pediátrico de la Escuela Universitaria de Medicina de Emory, en Atlanta.

Según la Academia Americana de Pediatría, estos dolores se han relacionado con los días particularmente activos y no con el crecimiento. Los dolores de crecimiento son molestias reales para muchos niños; dolores que a menudo pueden despertar a los niños de su sueño.

Algunos niños están predispuestos a tener dolores de crecimiento. Los dolores parecen más intensos después de un día de bastante actividad física y de mantener el cuerpo en funcionamiento. Los niños por lo general sienten los dolores en la noche, luego desaparecen por la mañana. Como padre, sea tranquilizador, de un masaje, y de ser necesario algún medicamento para dolor con un poco de comida es bueno si usted piensa que necesita hacerlo.

Si su hijo presenta ciertos síntomas, es aconsejable notificar al médico Ortopedista pediátrico de su hijo. Síntomas preocupantes que podrían indicar que algo más que dolores de crecimiento y algo más grave que puede estar pasando incluyen:

Cojera

El dolor persistente

Dolor en la mañana o la hinchazón

Debilidad o cansancio inusual

Dolor en las articulaciones asociado con una lesión

Sensibilidad y enrojecimiento en una articulación

Si un niño se despierta por la mañana con dolores en las extremidades  y después siente alivio al moverse, puede ser la artritis reumatoide juvenil. No dude en contactar de inmediato al Ortopedista pediatra en caso de que su hijo presente molestias intensas o las ya mencionadas posteriormente, recuerde que actuar a tiempo puede cambiar la situación de su hijo por completo.

Es importante tener en cuenta que los recién nacidos aún no tienen el arco formado y para detectar el pie plano en niños es a partir de los 2 o 3 años de edad.

Es primordial realizar la detección oportuna, debido a que afecta desde el caminado hasta la columna.
El pie plano en niños produce síntomas como dolor en pantorrillas y al correr caen con relativa frecuencia, pues las rodillas llegan a chocar. 

El arco del pie da estabilidad al caminar y nos permite distribuir mejor el peso, flexionar las caderas, las rodillas y la columna en forma adecuada.

Es totalmente posible corregirlo, en casos donde el padecimiento es muy grave se recurre a una intervención quirúrgica. De no ser así, basta con el uso de plantillas, algunos ejercicios especiales y de hacer esto correctamente se podrá caminar a la perfección y pararse adecuadamente.

Mientras más temprano se detecte el pie plano en niños es mejor, por lo que es importante que examine a su hijo al caminar, si mantiene las piernas derechas, pues algunos caminan chocando permanentemente sus rodillas, con las piernas en curva.

Otra herramienta que ayuda a corregir este defecto son los zapatos ortopédicos, cuando no son tan acentuadas, permitiendo un desarrollo óptimo de los huesos del pie, facilitando un mejor equilibrio del cuerpo.

Los niños con pie plano deben ser atendidos y examinados por un médico especialista en Ortopedia pediátrica. Los pequeños que no son atendidos a temprana edad de pie plano, tienen un desequilibrio al caminar, que puede llegar a afectar las caderas y la columna. 

Gracias al avance que surge día con día en la tecnología, existen prótesis que permiten que el pie tenga el arco apropiado. Es recomendable que esta cirugía se practique cuando el niño aún se encuentre en crecimiento, entre los 8 y 12 años de edad.

Esto hace que desprecie el ejercicio y las caminatas, por lo mismo lo ubican como un candidato idóneo para ser obeso.

Algunos ejercicios recomendados cuando se tiene pie plano es andar descalzos por el pasto o arena, caminar de puntillas, e incluso agarrar objetos con los dedos de los pies. Un factor que debe controlarse en los niños para evitar, además de este, muchos otros padecimientos, es el sobrepeso.

Estos sencillos hábitos ayudan a formar el arco y por lo tanto previenen la aparición del pie plano, a pesar de que en muchos casos se ha demostrado que este tipo de alteración es hereditario.

Recuerde que siempre es mejor que un ortopedista pediátrico sea el que examine a su hijo para que pueda darle un correcto diagnóstico y un tratamiento adecuado.
Existen ortopedistas pediatras en México DF como el Dr. Juan Felipe Patrón que están especializados en ortopedia pediátrica y le ayudarán a su hijo.

Es también conocido como Ortopedista Infantil y está experimentado y entrenado para evaluar y tratar adecuadamente los problemas musculo-esqueléticos de los niños y adolescentes.

¿Qué clase de estudios tiene el ortopedista pediátrico?
El ortopedista tiene a los niños como su foco y centro de práctica médica.
Tienen título Universitario de Médico Cirujano, Residencia Asistencial especializada en Cirugía y Traumatología en un Hospital Público, Título Universitario o Asistencial de Especialista en Traumatología y Ortopedia, Subespecialidad adicional en Cirugía Ortopédica Infantil.
Además de contar con actualizaciones, diplomados, seminarios y posgrados para estar al día.

¿Cuáles son los tipos de problemas o enfermedades puede tratar el Cirujano Ortopedista Pediatra?
Los problemas musculares y óseos en la infancia son diferentes a los de los adultos porque el niño está en crecimiento y el cuerpo responde de manera diferente a las lesiones causadas por infecciones, traumatismos y deformidades que cuando se es una persona adulta.

Para cualquier padre es muy importante encontrar el cuidado adecuado para problemas médicos de sus hijos, especialmente si su niño está sufriendo de una anormalidad del desarrollo de los huesos, músculos o articulaciones.
Si eso sucede, entonces debe programar una cita con un especialista en Ortopedia Pediátrica que asegurará que su hijo reciba un diagnóstico correcto, así como un tratamiento personalizado y adecuado.

Los ortopedistas pediatras son cirujanos que tratan niños desde el nacimiento hasta que logran la madurez de sus huesos a la edad entre 18 y 22 años.

Los niños no son adultos pequeños, por lo que no siempre pueden expresar sus molestias con la precisión que una persona mayor pudiera hacerlo.
Los ortopedistas pediatras saben cómo examinar a un niño de la mejor manera para que se sienta cómodo y relajado. Además se tiene que usar los instrumentos y equipo adecuados para ellos.

Recuerde que cuando vea que su hijo tiene síntomas de malestares al correr, caminar, arrodillarse o sentarse, debe de recurrir al ortopedista pediátrico para que diagnostique y aplique el tratamiento adecuado para los trastornos y dolencias de los pequeños.

La ortopedia pediátrica es una especialidad médica encaminada a la corrección de las alteraciones del sistema musculo-esquelético que se presentan durante la niñez y la adolescencia.

También es conocida como traumatología pediátrica o cirugía ortopédica infantil y los especialistas en ortopedia pediátrica tienen una formación específica en los problemas ortopédicos o traumatológicos de los niños dedicados a su estudio y tratamiento.

Entre los padecimientos más preocupantes por los padres están el pie equino varo, la luxación de cadera, escoliosis, rótulas altas, talo valgo, dolores de crecimiento, Síndrome de Osgood-Schlater, Síndrome de Legg Calve Perthes, fracturas y dolencias por caminar chueco.

Los problemas de la rodilla son la cuarta parte de las dolencias musculoesqueléticas. En niños, las enfermedades de la rodilla son menos comunes que en la adolescencia.  
Esto es debido a que a partir de los 12 años es cuando los niños se mueven más brusca y violentamente con deportes como football americano, bicicleta de montaña, luchas, etc.

Si su hijo presenta dolencias en sus extremidades, recuerde que lo mejor es acudir a un ortopedista pediátrico profesional que conozca de traumatología pediátrica ya que él puede diagnosticar y tratar adecuadamente al menor.

Si tu hijo siente molestias en sus extremidades o tiene problemas en los músculos y/o huesos, el ortopedista pediátrico tiene la experiencia y cualidades para atenderlo y tratarlo de la manera adecuada.

¿Un Ortopedista Pediátrico tiene algún entrenamiento especial?

El ortopedista pediatra es un médico especializado que además de tener conocimientos de medicina general, tiene una preparación dirigida estrictamente a los niños y adolescentes.  Dentro de sus capacidades y conocimientos, puede atender a un adulto sin problema alguno, pero tiene el objetivo de poder atender a los menores de la mejor manera.

Un ortopedista pediátrico está certificado con un completo entrenamiento en cirugía ortopédica general incluyendo niños y adultos.

Los ortopedistas pediatras son cirujanos que tratan niños desde el nacimiento hasta que logran la madurez de sus huesos a la edad entre 18 y 22 años.

¿Cómo es el tratamiento médico que ofrecen los ortopedistas pediatras?

Estos médicos diagnostican, tratan y manejan todos los trastornos, dolencias y patologías del sistema óseo y muscular incluyendo:

•       Deformidades de extremidades y columna (incluyendo pie equino varo, el síndrome de legg calve perthes, la enfermedad de Osgood-Schlatter  y la escoliosis)

•       Anormalidades al caminar.

•       Infecciones de huesos y articulaciones

•       Fracturas en huesos

¿Puedo encontrar a un ortopedista pediátrico en México D.F.?

El consultorio del Doctor Juan Felipe Patrón está a su disposición en el Hospital Ángeles Lomas en Huixquilucan, Edomex y los jueves por la tarde en el Sports Clinic Lomas de Paseo de la Reforma en Lomas de Chapultepec.
En ESTE LINK pueden ponerse en contacto.

Los niños no son adultos pequeños, por lo que no siempre pueden expresar sus molestias con la precisión que una persona mayor pudiera hacerlo.
Los ortopedistas pediatras saben cómo examinar a un niño de la mejor manera para que se sienta cómodo y relajado. Además se tiene que usar los instrumentos y equipo adecuados para ellos.

Recuerde que cuando vea que su hijo tiene síntomas de malestares al correr, caminar, arrodillarse o sentarse, debe de recurrir al ortopedista pediátrico para que diagnostique y aplique el tratamiento adecuado para los trastornos y dolencias de los pequeños.

Durante la etapa infantil se presenta el crecimiento y el desarrollo, debido a esto habrá varias modificaciones en el cuerpo del niño, en su estructura esquelética, aumento en su masa muscular, etc.

Estos sucesos, hacen que los tratamientos de los padecimientos ortopédicos y traumatológicos sean totalmente distintos en niños y adultos, por lo que es totalmente conveniente y necesario que los niños sean tratados por un especialista en Ortopedia pediátrica.

Durante la infancia el niño tiene varias modificaciones en el cuerpo, en su estructura esquelética, aumento en su masa muscular, etc.
Estos cambios, hacen que los tratamientos de los padecimientos ortopédicos sean totalmente distintos en niños y adultos, por lo que es conveniente y necesario que los niños sean tratados por un especialista en Ortopedia pediátrica.

Un Ortopedista Pediatra cuenta con el equipo terapéutico necesario, además de ser necesario se apoyará en un pediatra, un psicólogo infantil, un neurólogo infantil, etc. para poder tener un mejor enfoque sobre el niño enfermo y su padecimiento.

Esta especialidad se ocupa de seguir el crecimiento del niño y sobre todo de informar a los padres las pautas de prevención para el cuidado del sistema músculo esquelético del niño en cuanto a deportes y actividades físicas, para prevenir lesiones como desgarros, esguinces, etc.

Las lesiones de su hijo pueden ser provocadas por distintas causas como un mal movimiento, un golpe o caída al jugar, exceso de movimiento por medio de un deporte o de una actividad física, mala elección de calzado o simplemente dolores de crecimiento, por lo que es altamente recomendable que si el niño presenta algún tipo de molestia o lesión acuda con un ortopedista pediatra para un diagnóstico oportuno, certero y de confianza.

Cada vez es más frecuente el dolor de rodilla en niños en relación con la actividad deportiva.
La realización de deportes intensos con malos hábitos como la ausencia de estiramientos, precalentamientos o la realización de estos sobre superficies muy duras, son los factores de riesgo que más influyen en el desarrollo de estos problemas.

Es importante como padres de familia obligar a los niños a usar cinturones de seguridad, cascos al montar en bici y protecciones  al usar patines, enseñarles a nadar, a voltear antes de cruzar la calle, etc. La prevención es su mejor aliado.
El médico ortopedista pediátrico siempre tendrá en mente múltiples opciones de tratamiento, gracias a un entrenamiento específico y extenso con la mejor experiencia en el manejo de los niños con alteraciones ortopédicas.

Si nota que su hijo presenta malestar en sus extremidades, espalda o cadera, no dude en consultar a un especialista para su correcta valoración y tratamiento.

Esta enfermedad es un trastorno en los niños en el cual la cabeza redondeada del hueso del muslo, conocida como cabeza femoral, deja de recibir irrigación sanguínea.  Esto provoca un colapso del hueso.

Cuando esto sucede, el cuerpo absorbe las células óseas muertas y las reemplazará con células óseas nuevas devolviendo, al paso de varios meses, la forma a la cabeza femoral del hueso del muslo. Este síndrome provoca dolor y rigidez en la articulación de la cadera durante.

Cuando este trastorno se presenta, el niño se queja de dolor en la cadera y se intensifica cuando realiza alguna actividad física.
Es muy probable que el dolor se presente en el muslo o la rodilla. En la mayoría de los casos, el niño cojea y manifiesta que el reposo le alivia el dolor.
Los síntomas de la enfermedad de legg cave perthes pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos de la cadera por lo que es necesario consultar a un ortopedista pediatra profesional que diagnostique correctamente lo que padece su hijo.

Este síndrome afecta generalmente a niños de tres a 12 años de edad, pero puede salir de este rango.

El primer síntoma es a menudo la cojera, normalmente indolora. Algunas veces, puede haber dolor leve que aparece y desaparece.
También puede presentarse dolor de rodillas, Dolor persistente en el muslo o en la ingle y Rigidez de la cadera que restringe sus movimientos

La enfermedad atraviesa cuatro etapas: 

1 - Ausencia de irrigación sanguínea a la cabeza femoral. Inflamación, rigidez y dolor en la articulación de la cadera y muerte del tejido óseo en algunas porciones del hueso. Al revisar las radiografías se nota que la apariencia de la cabeza femoral es menos redondeada.
Esta fase puede durar desde varios meses hasta un año.

2 - El cuerpo elimina las células óseas muertas y las reemplaza por células óseas nuevas y más sanas. La cabeza femoral comienza a tomar nuevamente la forma redondeada. Todavía hay irritación y dolor en la articulación.
Esta fase puede durar entre uno y tres años.

3 - La cabeza femoral continúa tomando su forma redondeada con tejido óseo nuevo. Esta fase puede durar de uno a tres años.

4 - Las células óseas normales reemplazan a las células óseas nuevas.
Esta última fase puede durar algunos años hasta completar el proceso de consolidación. 

Siempre será necesario acudir al ortopedista pediátrico para evaluar la enfermedad y el tratamiento.

Los especialistas en ortopedia pediátrica tienen una formación especializada en problemas ortopédicos infantiles, su estudio y tratamiento.

Para cualquier padre es muy importante encontrar el cuidado adecuado para problemas médicos de sus hijos, especialmente si su niño está sufriendo de una anormalidad del desarrollo de los huesos, músculos o articulaciones.
Si eso sucede, entonces debe programar una cita con un especialista en Ortopedia Pediátrica que asegurará que su hijo reciba un diagnóstico correcto, así como un tratamiento personalizado y adecuado.

Diagnóstico:
Si nota síntomas de un problema de desarrollo en su hijo, entonces obtener su diagnóstico es el primer paso. Un médico especialista en Ortopedia Pediátrica será más capaz de diagnosticar correctamente cualquier problema de este tipo y podrá decirle exactamente qué curso de tratamiento es el que requiere su hijo.

Terapia:
Su especialista en Ortopedia Pediátrica comenzará estableciendo un tratamiento para su hijo. Generalmente implicará la posibilidad de personalizar una serie de ejercicios destinados a orientar las áreas dañadas ejercitando sus músculos y articulaciones de manera natural y así corregir el problema del desarrollo que él o ella está teniendo. Esto es a menudo la mejor opción, si es posible, ya que no sólo ayudará a sanar la dolencia física de su hijo, pero ayudará a enseñarlo a usar correctamente los músculos afectados y sus articulaciones.

Productos correctivos:
Si la terapia no corrige del todo el problema, su ortopedista pediátrico cambiará a productos correctivos para ayudar a su hijo. En la mayoría de los casos, estos productos se utilizan sólo temporalmente hasta que el hueso o músculo tiene la oportunidad de corregirse a sí mismo.

Si usted nota signos de un problema de desarrollo en su hijo, asegúrese de programar una cita con un especialista tan pronto como sea posible. Después de todo, nada es más importante que su hijo.